Las personas que residimos en Félix Garrido, con nuestras propias reivindicaciones de lucha hacia el exterior (por eliminar prejuicios y estigmas) y de lucha interior (por afrontar nuestras experiencias de malestar y sufrimiento personal); no somos ajenos y ajenas al entorno en el que vivimos y por ello apoyamos diferentes causas sociales que afectan a todos los colectivos de la sociedad que nos rodea.

Es por esto que evidentemente nos sumamos a la lucha por la igualdad de derechos entre la mujer y el hombre, ya que nos sentimos parte de esta revolución.

Acudiendo a la historia, hoy queremos recordar que el origen de esta lucha, se remonta a mediados del siglo XIX, en plena revolución industrial. El 8 de marzo de 1857, miles de trabajadoras textiles decidieron salir a las calles de Nueva York con el lema ‘Pan y rosas’ para protestar por las míseras condiciones laborales y reivindicar un recorte del horario y el fin del trabajo infantil.

Fue una de las primeras manifestaciones para luchar por sus derechos, y distintos movimientos, sucesos y movilizaciones (como la huelga de las camiseras de 1909) se sucedieron a partir de entonces. El episodio también sirvió de referencia para fijar la fecha del Día Internacional de la Mujer en el 8 de marzo.

El capítulo más cruento de la lucha por los derechos de la mujer se produjo, el 25 de marzo de 1911, cuando se incendió la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York. Un total de 123 mujeres y 23 hombres murieron. La mayoría eran jóvenes inmigrantes de entre 14 y 23 años. (Fuente: https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20190307/dia-internacional-de-la-mujer-6672998.)

Han sido muchos los avances que hemos vivido desde entonces, aunque todavía hay mucho que hacer. Durante muchos años, las mujeres hemos tenido que vivir dentro de unas ideas rígidas, estamentales, históricas, sociales, que nos marcaban cómo nos debíamos de comportar. Pero en la actualidad, somos conscientes que todos y todas tenemos que trabajar mucho para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos. Consideramos que las mujeres todavía no estamos igual de valoradas que los hombres.

Para terminar, queríamos destacar la figura de una de las primeras mujeres trabajadoras de Navarra que además es la abuela de una de las personas residentes en el centro Félix Garrido; Micaela Aldaz Jimenez (Uharte Arakil 1900-Campanas 1976), esta es su historia:

“Se crio en una casa de paso a nivel ferroviaria, entre los pueblos de Izurdiaga e Irurzun. Hija de guardés (guarda de paso a nivel de trenes), que desde pequeña vio y pudo aprender el oficio. Fue por esto que acabó trabajando como guardesa de paso a nivel, al igual que su padre. Trabajó unos años en Mendivil y otros en Oriz.
Así fue una mujer pionera en Navarra, realizando un trabajo fuera de casa que por aquellos años estaba mayormente ocupado por hombres. Después de su jornada laboral seguía en casa, criando a dos hijos y lavando también las ropas de las señoras ricas de la zona”.