La celebración del Día Mundial de la Salud Mental surgió en 1994, con el propósito de contribuir a la toma de conciencia acerca de los problemas de salud mental y a erradicar los mitos y estigmas en torno a este tema.

Este día supone seguir avanzando hacia la consecución de los derechos, caminando hacia un futuro en el que toda la ciudadanía tomemos conciencia de la diversidad de nuestro contexto social. Es el día en el que de manera internacional dirigimos nuestras miradas hacia el colectivo con sufrimiento psicosocial y empatizamos ante las historias de vida y circunstancias vitales de cada persona.

Desde los Centros de Rehabilitación Psicosocial Ordoiz en Estella, Arga en Pamplona, Félix Garrido en Sarriguren, y Queiles en Tudela, trabajamos también en esta línea desde el 2005.

En otras ocasiones, hemos realizado campañas utilizando la participación ciudadana en actividades con y para la comunidad con el fin de sensibilizar, movilizar, concienciar y provocar cambios de pensamiento a la población sobre el estado actual de la Salud Mental y al mismo tiempo estar visibles en la sociedad por medio de las mismas.

Este año tras vivir varios meses de confinamiento, se ha evidenciado la importancia que ha cobrado la salud mental en nuestro día a día, algo que anteriormente estaba infravalorado. Sin embargo, resulta imposible unirnos y visibilizar la salud mental de forma colectiva debido a la situación de COVID-19.

Así que hemos realizado durante toda la semana en los cuatro Centros de Rehabilitación Psicosocial una actividad reflexiva de manera colectiva, para compartir conjuntamente cómo ha afectado esta pandemia a nuestros objetivos vitales, creando como resultado de este trabajo, un decálogo de vida común.

Esta actividad se asemeja a iniciativas desarrolladas por la OMS y otras entidades del territorio nacional para reivindicar este DMSM 2020 una “oportunidad para impulsar un aumento de la inversión en salud mental”.

No debemos dejar atrás la Salud Mental: INVIRTAMOS EN ELLA.